Gustavo Loiacono tiene 52 años y es herrero, o al menos lo era, porque gracias a su parecido con el actor Robert Downey Jr. (actor que interpreta al superhéroe de Marvel) y a sus habilidades de forjador, se hizo un traje como el de Tony Stark y ahora anima fiestas y realiza acciones solidarias en escuelas y hospitales.
Cuando lo fabricó, jamás imaginó todo lo que su vida podía cambiar. En 2014 su empresa metalúrgica quebró y con los últimos materiales que le quedaban elaboró un traje del superhéroe de Marvel pensando en hacer algunas “changas” en presentaciones empresariales. Sin embargo, apenas se calzó la armadura, el hijo de un vecino lo vio de casualidad y le pidió a su papá que esté en su fiesta de cumpleaños. Desde ese día, el traje y el personaje se volvieron parte suya… ¿o fue al revés?
Como periodista y como bonaerense tuve el placer de conocer al hombre detrás de la armadura hace varios años en sus viajes solidarios y por eso nos reunimos en Castelar para una breve entrevista que arrancó formalmente, pero que rápidamente se volvió una charla entre amigos, para los que no pasaron los años.
– ¿De qué zona del oeste sos y en qué lugares del oeste trabajaste?
Soy de la zona de Luján – dice moviendo la palma para indicar lejanía – y vivo allí con Benjamín, mi hijo más chico. Trabajé en toda la zona oeste visitando comercios, animando cumpleaños, haciendo fiestas para empresas y colaborando con comedores y hospitales. También repartí prótesis 3D para niños- finaliza sonriendo satisfecho.
– ¿Qué opinan de tu trabajo tus hijos?
Tengo dos hijos a los que amo profundamente. Tomás tiene 21 años y ya vive solo y Benjamín de 12 años todavía vive conmigo. Por suerte los dos me han acompañado a muchos eventos e incluso estuvieron conmigo el verano pasado cuando me tocó trabajar en el teatro en Carlos Paz. Están muy felices de lo que hago y espero inspirarlos de alguna forma.
– ¿Cuáles fueron tus trabajos más relevantes en Argentina?
En Argentina me hice conocido como el “Iron Man argentino” – se ríe casi irónicamente y se señala a sí mismo como si no pudiera creerlo – y realicé comerciales por tres años para la empresa Philco. También hice un comercial para la empresa YPF y Marvel. Fui a más de 30 programas de televisión y noticieros y tengo más de 600.000 seguidores únicos en redes sociales.
– Me enteré de que estuviste de gira en el exterior, ¿adónde viajaste?
¡Como se nota que me stalkeaste en redes! – exclama entre risas. Estuve en Nueva York en 2021 haciendo una pequeña gira con mi armadura para una empresa de turismo con varios sponsors y ahora estoy preparando otra para 2022 que además de Nueva York incluirá Los Ángeles y Las Vegas. Además tengo programado visitar México y Colombia, entre otros países.
– Nosotros nos conocimos en octubre de 2014 cuando recién arrancabas. ¿Te acordás cómo fue?
Me re acuerdo – dice con una gran sonrisa cómplice. Era tu cumple de 30 años y había varios amigos tuyos en tu casa. Me contactaste para alquilarme el traje porque hacías una fiesta de disfraces y te dije que mi armadura solo se alquilaba conmigo adentro – concluye y estalla en carcajadas como si en su mente reviviera la charla. Obviamente esa vez se presentó igual y después de unas copas (porque no seré superhéroe, pero hice el curso de barman) me prestó el casco para unas fotos.
– ¿Qué te pasaba por la cabeza en ese inicio cuando todavía no te encontrabas?
En esa época estaba cerrando el taller metalúrgico que tenía y empezaba la historia de «Iron Man». Con los eventos cada día sumaba satisfacción y además crecía como trabajo. Pensá que viví mucho estrés perdiendo mi negocio y esto de ser un superhéroe, al menos por un rato, me hacía bien. Además de cerrar la empresa me había separado y no era sencillo teniendo al más chico con enérgicos cinco años y al grande de quince que no me daba bola. Pero me reinventé y me acostumbré a lucharla, sin importar qué.
– ¿Por qué te copaste para caer a mi fiesta de 30? No nos conocíamos y no era un evento contratado.
Porque pegamos onda y ahora sigo teniendo el mismo principio. Todos los días mando mensajes de cortesía o hago videos con saludos para quienes lo necesitan de verdad. A veces el cuero no me da porque es mucho viaje, pero de vez en cuando les digo que si me pasan a buscar no tengo problema y vamos nomás al hospital o a la casa que haga falta para animar a algún peque enfermo o para ayudar recaudando fondos en una causa solidaria. Siempre fui un tipo muy idealista y por eso siempre trato de darles a los chicos consejos sanos: que estudien, que le hagan caso a sus padres, que se superen día a día.
– Me imagino que sos igual con tus hijos, ¿o no?
En mi día a día la armadura se cambia por la camisa, pero los valores no. Yo vivo solo con mi hijo menor y lo que compartimos pasa desde hacerle el desayuno, hasta ser su maestro particular o que él sea mi ayudante en las fiestas. Siempre fui un padre presente. No un padre de fin de semana. Un padre del día a día que escucha, que da consejos y que espera dejar algo bueno para ellos cuando parta, además de plata o cosas materiales.
– Con todo esto que contás, ¿cuánto de Gustavo tiene el Iron Man argentino?
Hoy en día siento que soy Gustavo en el traje de Iron Man. Pensemos que lo divertido de este personaje en las primeras películas es que era egoísta, irrespetuoso y poco empático. Le costaba ser solidario uno a uno o tratar bien a la gente, pero en mi caso es todo lo contrario. Siento que yo lo adapté a él y que él me adaptó a mí.
– ¿Qué proyectos te deparan para el futuro?
Voy a filmar con algunas empresas cinematográficas que trabajan para plataformas la historia de mi vida como Iron Man. También se viene una publicidad para Toyota y voy a estar en algunos festivales, entre ellos Canes. Además salió la posibilidad de filmar pequeñas participaciones en algunas series que están en este momento en etapa de pre-producción.
Por Ezequiel Tozzi