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Tres mujeres argentinas crean bootcamps para capacitarse y lograr una rápida salida laboral

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El ámbito tecnológico es eminentemente masculino. Solo el 16% de los puestos laborales del rubro son desempeñados por mujeres. Sin embargo, tres argentinas rompieron con esta brecha y crearon MindHub, demostrando que las mujeres pueden aportar valor en una industria en la que son minoría.

MindHub es una compañía creada por Patricia Martucci, Alejandra Ripa y Vanessa Taiah, tres mujeres Ex Accenture con larga trayectoria en la industria IT, que busca formar a la próxima generación de creadores tecnológicos en los perfiles más demandados del mercado. Esto lo logra a través de los Bootcamps, una metodología de aprendizaje intensiva que es furor a nivel mundial porque simula un ambiente laboral y los alumnos adquieren el conocimiento desde el hacer.

Junto con la ayuda de plataformas innovadoras, propone prácticas para llevar a los alumnos de 0 a 100, es decir que no necesitan tener conocimientos técnicos previos a la realización del programa. El esquema de trabajo es hiper personalizado permitiendo así identificar áreas de mejora de los alumnos en tiempo real.

“Es gratificante para nosotros confirmar que más del 87% de nuestros alumnos consigue empleo a los pocos días de haber concluido el programa, con sueldos que superan los $55.000”, señaló Vanessa Taiah, socia fundadora de MindHub. Además de sus casos de éxito, favorecer la inclusión femenina y disminuir la brecha en la distribución de género forman parte primordial de su misión y valores.

En Informate Buenos Aires hablamos con sus fundadoras para que nos contaran más sobre esta transformación radical en el mundo del trabajo que se refleja en el permanente surgimiento de nuevas profesiones.

¿Qué tipo de experiencias en RRHH las inspiraron a crear MindHub?

Sin dudas la falta de talento tech formado no solamente con una buena base técnica sino con las habilidades blandas necesarias para insertarse rápidamente en equipos de trabajo ágiles.

¿Qué era lo que más percibían en los jóvenes al insertarlos en el mercado laboral?

Hay muchos mitos en la tecnología. Que es solo para hombres o que es solo para genios matemáticos, o que se trabaja solo. Sin dudas lo que más se repite entre los jóvenes es la frase “nunca pensé que podía hacerlo”. Son personas que en 600-700hs dan vuelta su vida y aprenden de 0 a 100 todo. Se dan cuenta que ellos pueden, y que la transición del bootcamp al trabajo es muy sutil.

¿Hay algún testimonio de un joven que recuerden al respecto?

Me viene a la mente la historia de Amancay, una alumna cordobesa que estaba cansada de cambiar de un trabajo a otro. Se decidió a arrancar el bootcamp cuando estaba trabajando para una plataforma de delivery. Hoy trabaja en IBM como desarrolladora. Otra puede ser una linda historia que tenemos sobre Esteban, quien hizo un cambio profesional y nos contó esto de “no poder creer que en 4 meses la vida le cambió tanto”.

¿Hacia dónde creen que se dirige el mercado laboral y el mercado educativo?

El mundo laboral y el mundo educativo definitivamente tienen que conversar más de lo que lo hacen. El mundo laboral está cambiando a pasos agigantados y va a ser mucho más profundo aún y si el mundo educativo no lo acompaña, la falta de talento capacitado seguirá aumentando.

Antes se acostumbraba a que había un momento para elegir a lo que dedicarse y un momento de educación. Ahora estamos atravesando un cambio de paradigma, ahora es necesario hablar de educación a lo largo de la vida.

Existen distintos modelos educativos para distintos momentos de la vida.

De acuerdo a un estudio del World Economic Forum (2020) las brechas de habilidades continuarán siendo altas a medida que cambia la demanda de habilidades en los trabajos en los próximos cinco años. Las principales habilidades y grupos de habilidades que los empleadores consideran que aumentarán en prominencia en el período previo a 2025 incluyen grupos como el pensamiento crítico y el análisis, así como la resolución de problemas, y habilidades de autogestión como el aprendizaje activo, la resiliencia, la tolerancia al estrés y la flexibilidad. Por eso es importante que las personas se eduquen no solo en conocimiento técnico sino en soft skills.

Sumado a la idea de la capacitación a lo largo de la vida, el mismo estudio afirma que en promedio, las empresas estiman que alrededor del 40 % de los trabajadores requerirán una recapacitación de seis meses o menos y el 94 % de los líderes empresariales informan que esperan que los empleados adquieran nuevas habilidades en el trabajo.

En este modelo es que entran los bootcamps como capacitadores técnicos en poco tiempo, en una simulación de ambiente laboral que permite también la adopción de habilidades blandas.

¿Cómo creen que influyó la reciente pandemia en los Bootcamps?

Luego de la pandemia se repensaron todos los modelos laborales. Algo importante de destacar es que en los bootcamps la metodología de aprendizaje se da en un ambiente laboral simulado.

Por lo tanto, nuestro modelo debe ajustarse a la realidad laboral, así como las empresas lo hicieron. Ahora las empresas no pueden plantear un esquema de trabajo 100% presencial, sino virtual o híbrido.

Por eso nos adaptamos para que los chicos vivan esa experiencia laboral virtual. Esta adaptación nos demandó mucha energía para pensar cómo lograr la mejor experiencia virtual sin perder el factor humano,  siempre con el uso de la tecnología. La combinación entre la tecnología y el aspecto humano tiene que ser muy importante.

Desde la pandemia Cambió el modelo de trabajo rápidamente y cambio nuestro modelo educativo, que en muchos casos prepara a nuestros alumnos para el primer empleo. Por eso nos preocupamos de cómo garantizar desde el aprendizaje de habilidades blandas aprendidas, generar sentido de equipo y pertenencia de manera remota.

De todas formas, el modelo remoto más allá de sus desafíos tiene sus ventajas de que no existan las fronteras y podamos democratizar el acceso a la educación, llegando a más pueblos, ciudades y países, el talento está distribuido y las oportunidades no.

Para nosotros fue un cambio de 180°. Antes de la pandemia nosotros dábamos clases de manera presencial y creíamos que sería siempre así. Gracias a la pandemia que nos forzó a operar de manera remota, abrimos oficinas en Chile y Colombia y en los próximos meses se vienen Uruguay y México.

Otro punto muy importante es que el Covid aceleró la transición digital en 5 años. Las empresas necesitan más que nunca el equipo que los ayude a transformarse y las personas descubrieron nuevas formas de trabajar y nuevos trabajos por hacer.

Gracias a eso, nuestros bootcamps son cada vez más la mejor manera de en poco tiempo aprender un conjunto de habilidades tecnológicas claves para insertarse laboralmente.

Por Ezequiel Tozzi

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