Del 13 al 19 de mayo se celebra la Semana Mundial del Parto Respetado y el lema de este año es
En Argentina existe la Ley 25.929 (conocida como la Ley de parto respetado) que garantiza los derechos de los padres y los recién nacidos durante el trabajo de parto, el parto y el postparto. La ley debe ser respetada por las obras sociales y entidades de medicina prepaga, como así también por los profesionales de la salud y sus colaboradores y por las instituciones en que éstos presten servicios.
Eluned Lloyd (@elu.puericultora), doula y puericultora, explica que las claves para un parto respetado son “conocer tus derechos para poder tomar decisiones seguras e informadas; ser escuchadas, no infantilizadas, porque somos sujetxs de derechos tanto la persona en estado de parto como la persona por nacer; ser informada sobre las intervenciones médicas; y estar acompañada, ya que el proceso de parto no deja de ser un momento de mucha vulnerabilidad y en ocasiones necesitamos alguien que sea nuestra voz”.
La ley de parto respetado defiende los derechos de las personas gestantes y de los recién nacidos para evitar la violencia obstétrica. Esta es una de las modalidades de violencia que comprende la Ley 26.485 (de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollan sus relaciones interpersonales) y se define como “aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización, y patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929″.
Respecto de las consecuencias que podría dejar una experiencia traumática durante el parto, Eluned Lloyd (doula) expresa que “sin dudas un nacimiento violentado deja secuelas mucho más allá del nacimiento y va en detrimento de la salud integral de la persona. Un nacimiento respetado ayuda a transitar un puerperio más saludable tanto para la salud física como mental”.
La etapa del puerperio también está contemplada en la Ley 25.929, por ejemplo, en uno de los puntos que expone que uno de los derechos de la persona gestante es “ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar”. Sobre esto, la puericultora opina que “el contacto inmediato piel con piel luego del nacimiento garantiza una lactancia exitosa y la lactancia también colabora con una pronta recuperación física de la madre o persona parturienta”. Sin embargo, Lloyd explica que “debemos amamantar si lo deseamos primeramente”, y agrega que “estar informada permite tomar decisiones sobre nuestros cuerpos”.
El acompañamiento de las doulas y las puericultoras durante todas las etapas del embarazo es de gran importancia. La doula es una persona que presta orientación y apoyo físico y emocional a la persona gestante durante el embarazo, el parto y el posparto. Y la puericultora se ocupa de brindar apoyo y acompañamiento en lactancia a las personas gestantes y sus familias desde el embarazo hasta el destete. En relación con el proceso de lactancia, Eluned Lloyd comenta que “hay personas que pueden transitar la lactancia con mayor facilidad y a otras les cuesta un poco más, pero siempre es importante consultar con una puericultora”.
Conocer nuestros derechos es fundamental para poder defenderlos. Si te interesa saber más sobre el parto respetado, podes ingresar a la página del Ministerio de Salud de la Nación donde se aloja toda la información al respecto.